Somos lo que comemos

Se suele decir que una dieta equilibrada es muy importante para mantener una vida saludable, ya que la adecuada proporción de nutrientes contribuirá a que tu cuerpo funcione mejor, utilizando lo que necesita y no acumulando en exceso substancias como pueden ser las grasas. Parece ser que hoy en día todos somos unos “expertos” en nutrición y muchas de las dietas “milagro” o las dietas ricas en proteínas que gozan de tanta popularidad son, en la práctica, poco saludables. Con esto, queremos decir que el campo que comprende esta área es mucho más complejo y una de las nuevas herramientas que se están desarrollando para intentar conseguir mejoras en este campo es la nutrigenómica. Suena parecido a metagenómica, ¿verdad? Pues no, no tiene mucho en común.

Esquema que ilustra la relación entre los nutrientes y la genética.
Imagen extraída de la revista Mètode, de la Universidad de Valencia

La nutrigenómica tiene como objetivo estudiar qué influencia tienen los alimentos sobre nuestra información genética (no se producen cambios sobre ella, sino que se modula su expresión) y relacionarla con un estado de salud o enfermedad del individuo. Un reciente objetivo de la nutrigenómica es el desarrollo de alimentos que se ajusten a las necesidades nutricionales de cada persona. Esto a día de hoy es algo complicado, porque de momento las técnicas que nos permiten hacer estudios de manera personalizada son caras, lo que supone un importante hándicap. Dejando de lado esto, el verdadero reto que se plantea es la integración de toda la información aportada por las nuevas tecnologías de la biología molecular, con las que aporta la nutrición y el metabolismo humano. Así se puede determinar cómo algunos nutrientes en determinados individuos tendrán un efecto beneficioso y, entonces, ajustando una dieta personalizada incluyendo estos nutrientes producirá una mejora en su estado de salud.

Muy bien, pero… ¿y si diseñásemos nosotros mismos los alimentos para que cumpliesen la función necesitada en lugar de utilizar los ya existentes?

Aquí es donde entrarían los alimentos transgénicos, que son aquellos que derivan de organismos transgénicos. Los organismos transgénicos son organismos modificados genéticamente (OMG), es decir, que se le ha incorporado por ingeniería genética uno o varios genes de otra especie con el fin de conseguir una mejora con respecto al organismo original. Uno de los usos más habituales para los que se generan OMG es la obtención de cultivos que sean resistentes a insectos o a herbicidas. Los OMG son objeto de mucha polémica, como puede ser que por el simple hecho de ingerir alimentos derivados de estos organismos, estemos asimilando también los genes de la otra especie. Sin embargo, los experimentos que se han hecho hasta ahora no han dado ningún motivo para pensar que sean perjudiciales.

Tomátes púrpuras. Imagen extraída de Google Imágenes

La idea que se está barajando, aunque todavía está en fase experimental, es utilizar estas técnicas de modificación genética para generar alimentos que puedan servir como terapia para ciertas enfermedades. Si esto se llevase a buen puerto, se podrían reducir de manera razonable muchas enfermedades de origen genético, como por ejemplo, algunos tipos de cáncer. De hecho, en el centro John Innes de Gran Bretaña, bajo la dirección de Cathie Martin y Jonathan Jones, se ha desarrollado un tipo de tomate que produce una gran cantidad de antocianina, un antioxidante que le da una coloración púrpura. A estos tomates se les conoce como tomates “púrpuras” (qué original, ¿no?). Esto es una buena noticia, ya que además de permitir que los tomates tengan un mayor sabor, los antioxidantes aportarán varios beneficios, entre los cuales destaca el hecho de que ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer. La particularidad que tienen estos tomates es que han sido transformados con un gen de la flor Boca de Dragón (Antirrhinum majus), y éste es el que le proporciona sus propiedades especiales.

A continuación, te dejamos un vídeo en el que Cathie Martin explica en qué consiste todo esto. Si tienes conocimientos de inglés, creemos que te puede resultar interesante echarle un vistazo ;)

Obtenido de YouTube (canal NTDTV)

Todo esto aún es muy novedoso y está en fases pre-clínicas. Es posible que un exceso de antioxidantes tenga efectos negativos, lo cual debe ser evaluado. Aunque por otro lado, gracias a los transgénicos podríamos conseguir la cantidad de antioxidantes que se necesitan. Como resumen se puede decir que sería muy interesante seguir investigando en esta línea porque si se consiguiese llevar esto a buen puerto, podría ser un enorme avance en el tratamiento de las enfermedades genéticas.

Referencias
-El Confidencial:
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-09-27/nutrigenomica-la-revolucion-de-las-dietas-que-nos-permitira-vivir-mas-y-mejor_32931/
-Mètode (Universidad de Valencia):
http://metode.cat/es/revistas/monografics/gen-etica-y-estetica/nutrigenomica-la-nutricio-personalitzada
-Los productos naturales ¡vaya timo!:
http://www.losproductosnaturales.com/2013/05/transgenicos-nuevos-tomates-purpura-y.html